
ARCANA DE LA SABIDURÍA EGIPCIA
Por M. Sc. Domingo R. Villarreal
ARCANO XVI
LA TORRE FULMINADA,
LA MANSIÓN DEL DIABLO
LA FRAGILIDAD
Por M. Sc. Domingo R. Villarreal
ARCANO XVI
LA TORRE FULMINADA,
LA MANSIÓN DEL DIABLO
LA FRAGILIDAD
Aprisionado en un conjunto de doctrinas, creencias y dogmas que grandemente conformaban un mundo de estabilidad y seguridad, el adepto ve destruida toda esa torre blindada que se había construido a su alrededor, siempre contando con su participación. Después de examinar su vida, recibe el impacto del rayo que deja destruido, de manera repentina para él, todo un edificio de conceptos lógicamente estructurados sobre religión, filosofía, cosmovisión, aprendizajes e informaciones. Se desmorona violentamente la estructura que sólidamente lo había albergado durante toda su vida. Durante un muy prolongado trecho se fue construyendo la torre, era una necesidad para el neófito pues le permitió realizar muchas tareas formativas y faenas gloriosas bajo sus paredes y techos protectores, de la misma forma que un embrión de pollo requiere la cáscara y el líquido que lo ha de alimentar durante un período importante y crítico de su vida. Luego el polluelo ha de romper ese cascarón y salir a la luz ya que su vida no se puede detener allí. El efecto desestabilizador del rayo, mostrado en la ilustración del arcano decimosexto, al caer destruye sin piedad, siendo demolida principalmente la cabeza (depositaria de ideas y conceptos externos y subsidiarios) de tan elevada construcción, aunque, al mismo tiempo, produce un repentino alumbramiento que resplandece por su fuerza y claridad. Ya aquella persona no va a contar con la vieja torre, sus defensas y doctrinas; ha asumido una perspectiva radicalmente distinta en su manera de pensar, de sentir y de actuar. Ha sido precipitado a tierra desde lo alto y debe reiniciar su camino pisando y contactando realidades más cercanas, ya sin viejos cobijos, velos, ventanas y patrones conceptuales que a la vez que lo protegían también lo aprisionaban y aislaban del mundo real.
Esa torre, pirámide, monasterio, colegio o mansión ya no existe más en su vida, quedando definitivamente atrás su período exclusivamente formativo. Sin embargo, él debe proseguir su permanente búsqueda y combate. En este nuevo trayecto ha sido impactado y alumbrado. Por tanto, ese destello de luz debe ser justamente apropiado dentro de su mundo interior y utilizado para guiarse en sus próximos pasos, en espera de una luz más permanente (la estrella del arcano decimoséptimo). Un nuevo desafío lo espera y el adepto, ya consciente de sus acciones, con profundas convicciones propias, debe decidirse definitivamente a una lucha sin cuartel contra las tinieblas que antes le confortaban sus idílicos sueños, y, a la vez, contra las tradicionales enseñanzas que mecían y velaban su estancia de hombre medianamente educado en el acogedor y solaz ambiente de la torre. Por fuerza y mandato superior ha tenido que renunciar a su confortable mansión material y ha de partir como caballero tenaz y combatiente, decidido a todo. Definitivamente ha sido empujado por fuerzas externas a él, llegando al punto de rompimiento total con su pasado que aprisionaba mental y materialmente su ser. Había anteriormente realizado la muerte mística (arcano 13), templado al fuego (arcano 14) luego confrontado al diablo (arcano 15) y, ahora, precipitado o vomitado por la Mansión de Yaldabaoth o el Diablo. El arcano decimosexto muestra que se han roto muchos velos que aún permanecían inalterables en su acorazado hogar y que sólo a través de sus tres ventanales mostraban distantes y casi ocultas verdades. Ha recibido altas bujías de iluminación aunque en forma de rayo veloz. El trueno, que en el Libro de los Cambios (I Ching) es considerado imagen de combate y liberación, marca un tránsito que le permite buscar en su corazón las acciones que siguen el mandato de su Padre Celestial. Ojalá lo encuentre dispuesto y preparado para asimilar esta ayuda que le envían sus maestros y la Divina Sophia. La iluminación y liberación que recibe, luego de ser expulsado de la Mansión del Diablo, lo lleva bruscamente a confrontar lo real y verdadero (el tao o camino del medio).
Al hurgar en otros de sus significados, se puede señalar que este arcano refiere a la defenestración total del orgullo y la arrogancia en el adepto. Asimismo, signa la iluminación de éste al recibir la humildad y la fe como su emblema, después de haber comprendido la indigencia, miseria y fragilidad que existe en un mundo marcadamente material o en el intelectualismo diletante, así como en el acto mecánico y rutinario o en el de ennegrecido pesimismo. La ciencia es, para el iniciado, recurso y herramienta de investigación y aprendizaje de lo relativo y temporal, pero no la erige en religión de dogmas o templo del supremo conocimiento pues conoce de sus imperfecciones y limitaciones y tiene presente, entre otros, el Teorema de la Indeterminancia de Heisenberg. Es adepto de lo trascendente, del sacrificio, de la alegría y de la vida. Sencillo y sin pretensiones, el adepto acepta y libra la eterna lucha evolutiva y mantiene tenazmente la bandera de su búsqueda espiritual pues en su corazón están inscritos con letras de fuego las palabras del Maestro de Maestros, aquel que desde Sirio le guía: “No ceséis en vuestra búsqueda día y noche, y no mengüéis hasta que halláis encontrado los misterios del Reino de la Luz, los cuales os purificarán y os convertirán en luz purificada y os conducirán al Reino de la Luz." Indiscutiblemente, el rayo nos muestra la luz del espíritu y vemos que la torre o coraza material ya no nos pertenece aun cuando hemos habitado con gusto en ella, y aun habiéndola ayudado a construir durante largo tiempo. El punto matemático de la renunciación al claustro de la materialidad y la soberbia está señalado en este arcano. No se va a aislar del mundo y de sus experiencias, al contrario ahora está más inmerso en vivir bien su vida pues como adepto es mayor su entrega al trabajo de experimentación, investigación y búsqueda esotérica mediante el contacto estrecho con todas las dimensiones y arcanos que la vida le ofrece develar siempre que la sepa escrutar.
Habrá quien señale que al analizar este arcano debe considerarse una interpretación más literal, en el sentido que también puede significar pérdidas, crisis o ruinas en las dimensiones espacio-temporales del iniciado; este punto de vista lo aceptamos pero siempre que se considere que tales desastres materiales vienen asociados, diseñados y ejecutados, en el caso en cuestión, por designios superiores con el propósito de lograr madurar determinantemente en el iniciado un cambio de total compromiso con la obra de su Padre que está en secreto. Encontramos una parecida interpretación del arcano decimosexto en La Cábala de Predicción de Iglesias Janeiro quien expresa una idea de insospechada profundidad: “Representa el principio de lo inescrutable, de lo temporal, de lo perecedero como causa determinante de la evolución de los seres y cosas” (p.318). Lo sorprendente de esta afirmación es que da cuenta que no hay separación total entre lo natural y lo sobrenatural, entre la Tierra y las esferas superiores, entre la materia y el progreso espiritual pues como dice la tabla Esmeraldina todas son admirables adaptaciones de la cosa única. En este sentido, en la gran obra alquímica de Andreae, Las Bodas Químicas de Christian Rosenkreutz, se incluye un diálogo esclarecedor, en el cual el mundo terrestre es analogado con la imagen de La Torre:
- “¡Ay!, cómo compadezco a los pobres hombres de la Torre; ojalá que Dios me permita liberarlos a todos” - . El hijo respondió: - “Madre, Dios lo ha ordenado así y no debemos desobedecerle. Si todos fuéramos señores y poseyéramos los bienes de la Tierra, ¿quién nos serviría cuando estuviéramos en la mesa?”-. Su madre no respondió.
Quizá una clave para el Gran Arcano está en considerar que todas las moradas, esferas o mundos de alguna forma se interpenetran, se comunican y se ayudan y que lo que muchas veces desconocemos es el punto de encuentro alquímico entre las distintas adaptaciones de la cosa única. En otro orden de ideas, cabe dejar constancia de una opinión que compartimos de Ouspensky, quien señala que la torre verdadera debe ser construida en nuestro templo interior, donde jamás será derribada por ningún rayo y puede unir la tierra con las alturas para así recibir los misterios mayores.
Palabra(s) síntesis: Shock iluminador
Arquetipos: Iluminación. Despertar. Liberación. Atanor. Purgatorio. Cambio inesperado. Combate y lucha espiritual. Destrucción (de lo viejo, de las cosas, esquemas o corazas materiales o del status quo). Descenso del espíritu en la materia.
Otras Ideas Asociadas: Ruina en la casa temporal. Predestinado progreso espiritual asociado a problemas temporales. La aflicción como vía para despertar. Nueva condición o status. Golpe mortal a proyectos, construcciones y situaciones sustentadas en falsas ideas de separación, egoísmo, orgullo y mezquindad. Revolución interior.
Significado esotérico: Revelación del Ser. Liberación o expansión de la conciencia. Suprema decisión, renunciación y compromiso total con la Gran Obra. Liberación de las cadenas de naturaleza material para el progreso iniciático. Golpe.
De tomar en consideración: Si se estuviere considerando el análisis predictivo de ciertas acciones de orden esotérico, y resultare de la tirada del tarot la presencia del arcano decimosexto, acompañado de otras cartas de alta connotación negativa, entonces, se puede presagiar orgullo místico o mitomanía en el emprendimiento de dichos proyectos o actuaciones que, aún cuando sean consideradas por su autor como de alta elevación espiritual o esotérica, están condenadas al fracaso por la soberbia implícita.
Lectura o predicción: Esta carta debe considerarse como la más negativa en asuntos exotéricos. En este sentido, puede anunciar ruina, destrucción, desintegración, hundimiento, fracaso, de proyectos, propiedades, relaciones, trabajos, fortunas e ideas. Asimismo, refiere a castigos y reveses al orgullo, a las ambiciones y a la mezquindad. Presagia accidentes, catástrofes, calamidades y desastres de orden material. Fuerza que replantea su vida.
Axioma trascendente: " Luz de amanecer, luz de mediodía, luz de atardecer: lo que importa es que sea luz "
Letra Hebrea correspondiente: Letra Ain
Dios Egipcio: Imhotep.
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